Tiene gracia que empiece con mi primer artículo sobre cómo organizamos nuestras vacaciones sostenibles en familia (eco-friendly) con la segunda parte 😅 Pero estoy segura, de que cualquier padre y/o madre con hijo(s) pequeños me entiende con esto de: ya lo haré, ya me pongo...
Mis artículos del blog están obviamente siempre muy relacionados con mi pequeño negocio online: pañales de tela UnuPana. No obstante, me parecía también bueno poder compartir con más detalles las opciones que hasta ahora hemos probado con respecto a cómo hacer una ruta para unas vacaciones ecológicas en familia (lo máximo que había logrado hacer es este reel en Instagram que recoge nuestros mejores momentos durante las últimas vacaciones de verano 🤗). Con un enfoque no solo en la consciencia medio-ambiental si no también desde un punto de vista más de consciencia personal de tiempo y lugar al viajar con los peques.
En lo ambiental, nuestro próposito es siempre intentar que nuestra huella para el planeta sea la menor posible. Obviamente, siempre hay un impacto pero nos gusta recordarnos lo importante que es hacer las cosas siempre acorde a nuestras creencias, convicciones y forma de vivir. Siempre dentro de nuestras posibilidades tanto económicas, como de practicidad (con niños tampoco uno puede volverse muy loco si realmente quieres unas vacaciones 😅).
Como muchos sabéis, soy una expatriada (o así se nos llama ahora 😐) que hace más de 10 años que vive fuera de mi tierra. Vivir a 1,500km de distancia de la familia nunca es fácil, y se complica algo más cuando tienes hijos. Quiero y necesito que sientan a mi familia cerca, y por tanto las vacaciones (de verano y/o navidad) no son solamente un gran lujo (de pequeña me pasé muchos años sin poder ir de vacaciones, por lo que las considero un lujo al que estoy muy agradecida de poder tener ahora para mi y los míos) sino que también son una necesidad de algún modo, para que mis hijos se sientan más cerca de dónde yo vengo, de dónde soy y obviamente, tengan el calor de su familia aunque remota, por unos días al año (también la comida de mi madre, dicho sea paso, para ellos y también para mi 😋).
En lo que respecta a la consciencia más en el ámbito personal, la verdad es que viajar en avión siempre nos había parecido estresante. La cosa se iba complicando cada vez que añadíamos a uno de nuestros monstruitos (no quiero ni pensarlo a la vista de la llegada de nuestro tercer peque en poco más de un mes 😅).
Que si maletas para embarcar y qué te quedas en cabina. Que si hay que estar dos horas antes (¡ojo! si es que además hay problemas en los aeropuertos: Shiphol -Amsterdam hace unos años tenías más de 4horas de espera y no te aseguraban llegar a tu vuelo ...). Que si líquidos. Que si peso total de las maletas. Ahora chicos no nos podemos levantar del asiento, el piloto ha encendido las luces... y así bastantes más cosas...
Así que al poco de nacer Jordaan decidímos experimentar con nuestro primer intento de viaje en tren en familia por Europa. Sabíamos que la experiencia iba a ser distinta. No puedes contar las horas de viaje, obviamente, porque a eso al avión no se le gana. No obstante, nos gustaba la idea de hacerlo tipo aventura los tres juntos, de disfrutar del camino 😃
Barcelona - Amsterdam en tren: primer intento.
Barcelona - Amsterdam en tren, fue nuestro primer intento. Para esto, reservamos el tren de alta velocidad entre Barcelona y París (unas 6horas en total y bastante caro, la verdad). En París, teníamos el tren (Thalys) París - Amsterdam (3horas más y con precios también, relativamente caros para los km que separan una ciudad de la otra). No obstante, decidimos probar con la vuelta de nuestras vacaciones.
Conclusión: decidimos NO volver a repetir esta propuesta, hasta que Jordaan tuviera por lo menos 10 años 😅 El tren de alta velocidad de Barcelona a París, nada tiene que ver con el primer AVE (alta velocidad española) que yo había cogido años atrás (tan atrás que no habían ni las low costs entonces en España). Es un tren con dos plantas, asientos más estrechos y algo apretado, si vas con críos. Entonces Jordaan aun no andaba y era un bebé relativamente tranquilo. Aun así, se nos hizo largo.
No tan largo como intentar conectar la estación de llegada en París (Gare-de-Lyon) con la estación de salida desde París hacia Amsterdam (Gare du Nord). Un poco más de 4km que si decides hacer en transporte público con un bebé y maletas puede ser casi misión imposible (sobretodo si pillas hora punta de salida/entrada al trabajo entre semana en París, como nos pasó a nosotros).
Lo positivo de este viaje fue sin lugar a dudas, que en aquellas maletas llevaba mi preciado oro líquido (unos 6L de aceite de oliva extra virgen 💃🏻).
Viaje en Tren: Amsterdam - Paris - Latour de Carol Engeigt - Barcelona -segundo intento.
Dos años después (acordaos que hubo una pandemia de por medio 😅) decidimos hacer otra intentona. Todo recordando el magnífico tren nocturno que en su día yo había utilizado cuando hice mi Erasmus Practicum en París y volvía unos días a Barcelona. La idea era de realmente aventurarnos y hacer del camino hacia Barcelona el inicio de nuestro viaje de vacaciones de verano.
Actualmente, los trenes nocturnos se están volviendo a restablecer en Europa (espero con ansias el tren nocturno Amsterdam - Barcelona que ahora parece ser se ha vuelto a retrasar a finales de 2025...). En fin, en estos momentos no existe tren de noche Amsterdam - Barcelona, pero tampoco tren nocturno París - Barcelona.
Lo que sí existe, es el tren nocturno París - Latour de Carol Enveigt. Un pueblecito francès a 3km de la frontera española desde dónde puedes coger el Rodalies (tren de Cercanias) de Renfe hacia Barcelona (¡sí! parece increíble pero es cierto, ¡Renfe empieza más allá de la frontera!).
Así que esas vacaciones de verano (detalle importante por el tema aires acondicionados y obras de mantenimiento) reservamos:
Tren Amsterdam - Paris (Gare de Lyon): en el Thalys (3horas).
Paris (Austerlitz) - Latour de Carol Enveigt (tren nocturno): viaje de noche con llegada a destino sobre las 7 de la mañana. El tren, regular, es decir si coges la cabina está bien sin ser lo más cómodo del mundo (nuestras experiencias en ferry son siempre muchísimo mejor) pero si escoges la butaca (como nos pasó a la ida porque no había cabinas) y además estás embarazada de 6 meses, pues la verdad, que comfort... no se le puede llamar.
Latour de Carol Enveigt - Barcelona (Renfe R3): este trayecto tiene el coste de un tren de cercanías (rodalies en Catalunya) y tengo que decir que a pesar de que estábamos cansados (la ida fue en butaca, y eso fue un error) las vistas fueron espectaculares. Cruzar el Pirineo y Prepirineo catalán en tren (que apenas lleva a gente) fue muy bonito. Disfrutamos mucho de las vistas, y Renfe con el aire acondicionado no defraudó 😋
El tema aires acondicionados es importante tenerlo en cuenta. En otra de nuestras aventuras en tren estando embarazada de Jordaan (Amsterdam - Cophenhagen) cruzamos parte de Alemania (en plena ola de calor en el norte de Europa) y sin aire acondicionado... Piensas que al ir al norte el tema de los trenes mejora, pero por mi experiencia no es siempre así.
En cuanto a las obras de mantenimiento, esto es algo a tener en cuenta principalmente en agosto ya que nos pilló una de estas a la vuelta (de camino a la estación Latour de Carol Enveigt) con la línea R3 de cercanías de Renfe. Entonces pusieron un autobus que suplía la ruta en tren y que te llevaba directamente a destino. Lo que pasa es que me pasé casi todo el viaje pensando que no llegábamos antes de que saliera nuestro tren de noche hacia París (un sufrir...).
Consejo importante: revisar siempre si hay algún proyecto o obras de mantenimiendo en tu ruta para que no te pille de improvisto.
Conclusión: volvería a repetir este viaje, sin estar embarazada, siempre reservando el tren nocturno en cabina para ambos viajes y probablemente, haciendo una noche en la frontera antes de continuar hacia Barcelona. Las vistas y el aire que se podía respirar nos encantó. De hecho, descubrimos cuanta gente toma este tren nocturno para hacer rutas de montaña por la zona. Además, recomiendo 100% comprar el Pase de tren Interrail ya que así si haces este viaje o cualquier otro que implique cruce de fronteras y varios tipos de trenes, te ahorras bastante dinero. Y el tema costes, que en nuestra primera intentona fue algo a tener bastante en cuenta aquí ya fue menos relevante. Es más el Pase Interrail que compramos incluía cierto número de viajes en tren que podíamos hacer en ese periodo de tiempo. Al sobrarnos dos, hicimos una escapada en pareja (Jordaan se quedó entonces con los abuelos) a Pamplona. Así que, ni tan mal 😋
Si hay algo que hemos aprendido viajando en tren o en ferry es que el viaje empieza cuando sales de casa, por lo que disfrutar el "durante" es de obligado cumplimiento.
Tal y como he empezado este artículo, aquí lo que quería explicar es sobre nuestro último viaje eco-consciente en familia. Este año al no existir una alternativa en tren que se adaptara a nuestras necesidades (he viajado embarazada y esta vez con los dos peques) decidimos probar con un viaje por carretera (road trip) pero haciendo parada en La Selva Negra, el lago de Ginebra (Lac Leman) y Luxemburgo.
¿Sabías que cuando hacemos distancias de hasta 2500km, el coche se convierte en una opción más ecológica (que el avión) aun si no es eléctrico? Con el coche eléctrico, hasta en distancias superiores a 2500km este sigue ganando al avión.
En nuestro caso, además con el "overbooking" del coche (que iba lleno, aspecto importante ya que si viaja una sola persona, aun en distancias medias igual el coche de combustión no es la mejor opción ecológica), era muchísimo mejor opción que el avión, y tal y como están los precios ahora de los billetes aéreos, nos decidimos a emprender esta aventura de turismo sostenible por Europa.
¡Primer road trip en familia de 4! Selva Negra, lago de Ginebra, Luxemburgo.
A la ida: decidimos hacer parada en La Selva Negra (Alemania). Empezamos haciendo noche en Baden-Baden para hacer el viaje más llevadero con los niños en cuanto a horas de conducción. Y luego nos adentramos en la Selva Negra haciendo varias noches en Wolfach. Nos encantó y además, logramos desconectar un montón. No llegaba la señal para internet, lo cual fue estupendo para desconectar por obligación. Y aunque sí que había señal para llamada telefónica, no siempre funcionaba 😅 El hotel, obviamente, tenía wifi pero pasamos mucho tiempo descubriendo la naturaleza.
Pecamos de urbanitas al intentar hacer una pequeña ruta de senderismo con los niños sin mapa (ni físico, ni descargado de internet). Sólo cuando llegamos al párquin nos dimos cuenta de que segúiamos sin señal para ver nuestras coordenadas en google maps 😅 así que nada, anduvimos sin alejarnos mucho y aprovechamos para hacer nuestro picnic en el bosque. Los niños lo pasaron en grande y además sin esas calores del verano.
Después de unos días en la Selva Negra nos dirigimos hacia la zona del lago de Ginebra (Suiza). Allí hicimos también un par de noches, visitamos la zona del lago (Lac Leman) y ciudades como Nyon y parte de la zona del Parque Natural Regional Jura vaudois. Uno de esos días coincidió con el día nacional de Suiza, por lo que pudimos disfrutar (sin planear ni esperarlo) de unos fuegos artificiales en Nyon y de un ambiente muy festivo en la calle.
A la vuelta decidimos hacer menos paradas (solo las necesarias para descansar de tanto coche y siempre en hoteles o casas rurales con piscina para que los peques descargaran energía a la llegada y al inicio del día siguiente de la ruta en coche) y paramos sólo en Luxemburgo. Después de 10 años en Países Bajos, aun no lo había visitado y era ya un sitio pendiente. Una ciudad muy limpia y bonita. El transporte público es gratuíto. Y además, descubrimos un parque en medio de la ciudad con un barco enorme para los peques y zona de agua infantil. Todo esto gratis. Así que, ciudad totalmente recomendable con niños.
Tengo en mi lista de artículos por escribir, otras buenas aventuras que hemos hecho en tren y ferry: como nuestro viaje desde Amsterdam a Corfu (isla en Grecia) o desde Barcelona a Formentera. La verdad es que cuando descubrimos el Pase Interrail nos aventuramos y estamos deseando poder empezar a retomar nuestras aventuras una vez esté nuestro tercer retoñ@ con nosotros.
Para aquellos viajes en los que no estés seguro de qué opción de transporte es la mejor en el aspecto medioambiental siempre puedes utilizar alguna calculadora de emisiones como esta. Así ya sabes por dónde empezar antes de planear.
Y por supuesto, si has hecho algún otro viaje en tren y/o ferry por Europa con niños que te haya gustado mucho, por favor, ¡compártelo!
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